22/7/06

Inmersion estival!



Se multiplican los planes, se estiran los días por ambos lados, noche y mañana, llegándose casi a tocar una y otra más de una vez.
Arrinconamos la pereza con la ropa de invierno para aprovechar al máximo las horas de sol y de luna, porque parece que algo increíble puede suceder en cualquier momento, y por supuesto, queremos estar presentes y no perdérnoslo.

Empalman las fiestas menores improvisadas entre semana con la semana de fiesta mayor, y de repente empieza el desfile de gente que no habías visto durante el resto del año.

El color de la piel delata las pocas horas que pasas bajo el techo de tu casa y no te despegas de una sensación de cansancio pese a no haber hecho gran cosa, sudas sin esfuerzo.

Fijas encuentros y citas esperados desde hace tiempo con la gente que más quieres, se repiten esos encuentros, se tripiten...



Todo va con más calma, pero falta tiempo para hacer tantas cosas.
Inmersos de lleno en la estación del sol y sumergiéndonos a pleno pulmón.
Algo bueno nos traerá de nuevo, seguro.

9/7/06

Cama y desayuno con diamantes



Mi casa está situada de tal manera que todas las ventanas dan a este y oeste, lo que hace que la luz natural se cuele generosamente desde primera hora, con el sol más madrugador, hasta aprovechar los últimos rayos del sol ya más cansado.
Mi casa es pequeña, yo tampoco soy muy grande, la cosa queda compensada.
Para llegar a mi casa se tienen que subir un montón de escaleras, lo que tiene su parte positiva porque te mantiene en forma y te evita conversaciones vanales con los vecinos en el ascensor. Además, la dura ascensión merece la pena ya que desde las alturas de mi casa se puede ver el mar, y eso no está mal, que se lo pregunten a un manchego si no...

Pero lo mejor que tiene mi casa es que normalmente está habitada por nuevos huéspedes. Tengo todo un preparativo consistente en sofás-cama y colchones distribuidos estratégicamente para dar techo y cobijo a todos los amigos foráneos que deciden pasar una o más noches por mi ciudad.

Sus visitas siempre son una alegria y no hace falta recordarles que siempre serán bien recibidos. Saben que no les faltará una almohada, una cena improvisada con lo poco que tenga en la nevera y por supuesto un desayuno con diamantes, porque somos todos bastante perlas.

Estoy por agarrar un rotulador y pintar corazones y sonrisas en el fondo de todas las tazas, para que el poso del café siempre les depare un feliz futuro.

Volved siempre que queráis, estáis en vuestra casa.

Pd: ... todos a la vez no, por favor!

1/7/06

Ninios!




Mi infancia fue bastante feliz, como la de la mayoría, supongo. Ni siquiera el hecho de recibir la inyección del tétano de manera continua durante años por los repetidos cortes, pinchazos y mordeduras de perros callejeros hicieron mella en mi ánimo de crio despreocupado por cualquier cosa que no fuera jugar.

Tampoco me traumatizó en absoluto pasar largas temporadas en el hospital y visitar con asiduidad los quirófanos. Mi currículo de fracturas óseas era comparable al de cualquier motorista de alta competición. Antes de cumplir los nueve añitos ya me había roto la nariz, el codo por tres partes y el fémur izquierdo, y no de una sola vez, no. Dejaba pasar un tiempo prudencial para romperme alguna nueva extremidad y de paso dar un respiro a las enfermeras.
Y no es que tuviera ningún problema de falta de calcio en los huesos ni nada de eso, todos los accidentes eran producto de la misma combinación: la fuerza de gravedad + la dureza del asfalto + total falta de miedo y sentido común por mi parte.

De pequeño no jugaba a los médicos, jugaba con los médicos.
No es de extrañar que cuando mis pobres padres vieron 'La Profecía' (la antigua), se pensaran que se trataba de una película de humor.

Y es que hay que tener más valor y coraje que un alpinista manco para ser padre/madre, ya lo cantaba aquel:
"nada ni nadie puede impedir que sufran
que las agujas avancen en el reloj
que decidan por ellos, que se equivoquen
que crezcan y que un dia nos digan adios..."

Seguro que lo haréis bien, igual de bien que ya lo están haciendo otros selváticos, pensad que nadie nace entrenado para esto.

Seguidores

Archivo del blog