16/10/07

el porque de llevar batin




El último grito en mi barrio es el robo de domicilios. Se lleva.
Entran a horas laborales, claro. Lo hacen en un intervalo de siete a once minutos. No dejan rastro, huellas, pistas ni nada de valor. Se llevan hasta el aroma de las colonias. Profesionales.

Profesionales y femeninas. Hembras. Mujeres.
Palabras textuales de los policias después de estudiar la escena del crimen. (¿si no se dibuja una silueta en el suelo se llama "escena del crimen"o "escena del robo"... "o del hurto"?. No sé...)
Al escuchar tal conclusión, yo, como cualquier persona de buen corazón, me hice una imagen mental de las atracadoras: a partes iguales de Marnie la ladrona, Catwoman, la señora Fletcher y Jamie Lee Curtis.

Me dolería hasta la última pestaña si entraran en mi piso y me separaran de mis cuatro tebeos de Tintin o de mi juego de café por estrenar (regalo familiar, como no) o de mi caja chula de madera vacía (es que es muy chula... regalo no familiar). Por el dividí no sufro porque es de baratillo. Por el reproductor de video tampoco porque ya cuesta encontrar películas VHS. La tele seguro que no se la llevan, es pequeña y superculona, la más fea del baile, a mi me gusta, es mia.

De todas maneras y viendo lo frecuente que es entrar en casa ajena por la zona, no descarto cavar un foso alrededor de mi piso, lleno de cocodrilos, pirañas y medusas veranigas.

Lo que si es seguro que me voy a comprar es un batín, no sea que sin quererlo consigan entrar mientras esté yo dentro. Al menos que me encuentren presentable.

El batín de raso y con estampado de piel de tigre, por supuesto

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