7/3/13
Easy riders
¿se puede odiar a un niño?
si, desde luego. Yo odio al mocoso que vive en el piso de arriba. Sobre todo desde que va motorizado en su triciclo multicolor y recorre toda la casa sin desfallecer, dándose ánimos constantemente en forma de gritos de apaches rodeando a una caravana de colonos.
Igual, con tanta afición, el tiempo lo convierte en un ciclista profesional y lo veamos subiendo el Tourmalet, el Alpe d'Huez, el Galibier... siempre al ritmo de su agudo aullido rompe tímpanos.
Creo que les voy a comentar la idea a sus padres, para que empiecen a pensar en las posibilidades de futuro que tiene ese triciclo para su hijo, y de paso para que se lo lleven a esos lugares y lo dejen allí un tiempo largo y que practique.
¿se puede odiar a un niño? si, desde luego, pero si está lejos, un poco menos.
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