11/5/06

3... 2... 1...

Cuando pongo la directa no tengo freno.
Como si se tratara de la Carga de la Brigada Ligera, con Errol Flynn al frente, me lanzo hacia el objetivo sin valorar los futuros daños. Soy de los que toco fondo y sigo escarbando (aunque éste no es el caso).

Decían del ejército del imperio romano que nunca se retiraba, sólo daba media vuelta y seguia avanzando. Yo ya no sé si avanzo hacia atrás o me retiro hacia delante. Tampoco me va mal, no me quejo.

Voy lanzado en mi cohete dirección al sol.
O me quemo a medio camino o le hago un agujero que se va a poder ver sin usar radiografias ni gafas de cartón.

Que nadie me frene!

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