Creo que para dejar de hablar de lo bien que lo pasamos en la Isla el año pasado, lo mejor que podemos hacer es volver éste.
Dónde se hace poco y se recibe mucho, dónde las pocas prisas viven con las muchas ganas.
Aunque al final mezclaremos las anécdotas de tantos años como mezclamos las escenas de las películas de James Bond.
Y para rematarlo, podríamos volver juntos a la Isla de más allá.
Mientras vosotros buscáis minas, barcos hundidos y falta de expresionismo en las pinturas, yo puluraré por ahí cerca.
2/5/06
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