18/2/08

¡pelillos a la mar!




La necesidad de un corte de pelo junto al estreno de cierta película sobre un barbero siniestro me han hecho recordar los barberos de mi vida, que han sido todos siniestros.

Mi primer contacto con el gremio de los barrepelos fue de la mano de mi padre, el señor Fumanchú senior. La barbería estaba un paso de casa. Él, el barbero, era un tipo joven con ojeras y especial habilidad macarra en el manejo de las tijeras y la navaja. Aunque su fuerte era el momento de pasar el peine por la nuca. Nadie más me ha hecho las agradables cosquillas con ese movimiento que él conseguia con facilidad.
Por eso me gustaba ir allí a cortarme el pelo.
Por eso y por las revistas que tenia para hacer la espera amena mientras finiquitaba el flequillo del que había llegado antes que tú, cosa frecuente.
Tenia variedad de revistas porno, cómics porno, novelillas porno, calendarios porno. Era un hombre de literatura de género.

Era jóven, simpático, trabajador y bastante yonki, cosa que le produjo un amarillamiento de la piel, una sospechosa caída del cabello y un preocupante temblor del pulso que no supo soportar la moda de la época por las patillas cortas y el apego de la gente por sus orejas, lo que derivó en el cierre de su peluqueria. Por todos esos motivos y además porque murió por el exceso de algo que no era gomina.


Ya recién emancipado en edad de buscar peinado propio, descubrí una nueva peluquería en el barrio.
Entré de lleno entre una bruma de laca a la nueva década y sus peinados de la mano y las tijeras de su dueño, un tipo risueño con el pelo cardado como una madalena pasada de horno que desafiaba la gravedad a base de litros de laca. La réplica de George Michael al estilo barrio.
No era mala gente pero le fallaba su insistencia en recrear pequeñas madalenas humanas. Aguanté hasta donde pude las sesiones abrasadoras de secador y su fuerza sobrehumana a la hora de cepillar el pelo hacia atrás. El día que saliendo de allí me palpé el cráneo y noté la textura de una patata ondulada de Matutano decidí no volver.

No demasiaqdo lejos, un cilindro blanco con franjas azules y rojas me atrajo como la luz a un mosquito melenudo.
Era otra cosa, otro estilo más clásico. No hacía cosquillas al pasarte el peine por la nuca pero tampoco te surcaba la cocotera. Era peluqueramente correcto.
Chistoso, cantarín y agitanado, cumplia su labor sin artificios pero con un pelo (¡como no!) de exhibicionismo. El único sillón de la barbería estaba justo al lado de una amplísima ventana que daba a una calle muy frecuentada, lo que te obligaba a estar expuesto durante un cuarto de hora a los transeúntes que, simpáticos ellos, se detenían por turnos a observarte ataviado con un inmenso babero lleno de pelos mientras los maldecías de reojo apuntando la barbilla al techo bajo amenaza del señor de las tijeras.
La cuarta vez que volví, conscienciado de la performance que iba a protagonizar, me encontré un letrero en la puerta que decía que el cierre era definitivo. El señor cantarín y chistoso se había suicidado.

A partir de ahí, una búsqueda paciente y peli aguda a través de escuelas de peluquería dejándome flequillos y alguna ceja, estilistos, estitontos y un par de veterinarios con aversión a la sangre.
Hasta descubrir a la peluquera a la que he sido fiel durante los últimos años. Sin mayores manías que cortarte el pelo como ella quiere por mucho que le expliques tus prioridades y la extraña obsesión de decorar la peluquería con señoras mayores en posición estática con la cabeza envuelta en papel de plata para que los marcianos no les lean el pensamiento, sospecho.

Desde hace unos días un cartel anuncia que la peluquería está cerrada por maternidad.
Si la lógica existe, su bebé será el anticristo y dará fin a la humanidad con unas tijeras y un peine en las manos.

14 comentarios:

Isa López dijo...

Ois, parecen historias de terror!!, jeje. Yo también he pasado por varias peluquerías, y finalmente me he quedado en la de una amiga que abrió hace casi 2 años, por lo menos sé que me aprecia un poquito y pondrá más cariño en lo que me haga que otra que no me conoce de nada, jajaja.
Por cierto, si tú te quejas de grandes ventanales en las peluquerías para caballeros... qué me dices de las de mujeres, que no sólo hay grandes ventanales, sinó que además acabamos con la cabeza llena de rulos (en el mejor de los casos) o con un pegote de papel de plata y un montón de mechoncitos saliendo de debajo del papel de plata. Cualquier día de estos hago una foto y la llevo al pasaje del terror.
Requetebesotes Fu!, muacks muacks muacks muacks muacks muacks

Anónimo dijo...

Deu meu!! he hagut de fer un exercici de memoria descomunal per recordar els calvaris dels quals em parlaves. Gracies a Deu, ja no he de patir totes aquestes estones d'aterridora incertesa. A canvi dubto davant de totes les cases de barrets (venta de barrets) quin em pot arribar a fer pessigolles al clatell::::

Anónimo dijo...

AAAAAAGGHHHH!!!
nooooo, no nos mutiles asíiii!!!!
tantos años juntos..!!! déjanos quedarnos aquí, que te hemos cogido mucho cariño con el tiempo!!! y no nos gustan las tijeras ni las peluqueras, ni los barberos!!!
no nos corteeeees, por favoooor!!!!!

ricillo de Fumanchú.

goloviarte dijo...

te invito a que participes en mi modesto blog directorio y de votaciones ,te conocerán un poco mas http://aquiestatublog.blogspot.com
voy de blog en blog invitando a los mejores,pero si consideras que esto es spam,te pido perdón y disculpas,solo soy un particular en esta aventura,pásate por el blog y deja el tullo en el libro de visitas y si quieres mira algo de publi,eso valora mi trabajo
gracias

Teo Perea dijo...

me muero por ver esa foto con el papel de plata envolviendote la cocorota, Isa!!
¿seguro que no lo hacéis para que los marcianos no puedan leeros los pensamientos? jhum!!
muuack!! ;P

jejj!! Bombardino, encara pots provar la fórmula Santiagosegura amb cortina peluda nuca enllà. O ser més fashion i apostar per la melena transversal, Anasagastistyle, jjejej!! Totalment compatible amb seguir visitant les cases de barrets.

nunca he tenido rizos! gozo de una larga melena rubia y lisa!! ;P
muuuuack!!

goloviarte, te agradezco la invitación, pero prefiero seguir en petit comité.

syl dijo...

juas juas juas...divertidísimo texto. Gran (e inquietante) tema el de los/las peluqueros/as... yo tengo a la mía en el messenger (hasta ahí han llegado los tentáculos de esta aplicación!!)...eso sí, nunca había sido tan fácil que me dieran cita :)

Anónimo dijo...

La peli de Tim Burton me dijo hace nada mi brother que está muy bien. Como casi todas las de Tim Burton.

Pues, en mi caso hará como 12 años o así que no piso una peluquería ni barbería ni nada que acabe en "ería". Bueno sí, en una sidrería sí, (hip!) Lo más gracioso de todo es que mi último corte de pelo en una peluquería me salió gratis, cortesía de la casa, para que a la vuelta de la mili, volviera al redil. No volví nunca más, y así sigo a día de hoy.


pd: Para el que lo dude, no soy el primo de chewacca. Ahora los cortes de pelo quedan en familia.

pd 2: Fú, no se te ocurra cortar esos ricillos de Fumanchú. Con Bisbal tuvimos suficiente, jeje...

Isa López dijo...

Ni loca Fu!, si algún día me hiciera esa foto... quedaría encerrada en una caja fuerte bajo 3000 llaves, jajaja. Pídele a Burdon que te haga un descripción de cómo podría ser, él que me conoce con mi cabellera normal y mis rizos en su sitio.

Besines.

Anónimo dijo...

Buenas !

je je, deixeu pas, que jo vinc amb melena! Jo vaig a la mateixa pelu des de fa 10 anys! (no hi vaig gaire, de fet) Era la del costat de casa, ara visc a l'altra punta de la City i la travesso cada 3 mesos per anar-hi... Em fa mandra fer proves !

Isa López dijo...

Fuuuuuu, que tengo mono de más dibujos y más historias.

Jajaja.

Anónimo dijo...

peluqueria..?
ein?

micumacu

Anónimo dijo...

jejejej!!
que peludos sois!
o pelotudos!
... no sé

Anónimo dijo...

Menudo viaje peluqueríl. Vaya trajín. Yo creo que raparte y ponerte extensiones habría salido más económico, eso sí, no tan divertido. Tennos al corriente del parto y de consiguiente alumbramiento. Ojalá venga al mundo un nuevo profesional del gremio que de mádera para crear nuevos dibus e historias.

Quiero una foto tuya con la cara lavada y el pelo recién cortao. Anda :P

Joan dijo...

Esta entrada es genial, de las que más me gustan :)

PD: Literatura de género... XDDD

Seguidores

Archivo del blog