30/5/12

ceguera


Siendo adolescente, se me ponía la piel de gallina en pepitoria cada vez que aquella chica del instituto se me acercaba a escasos tres dedos de la cara cada vez que hablábamos.
Hasta que descubrí que, coqueta ella, se negaba a llevar gafas por muy grande que fuese su miopía, que lo era.

La moraleja era obvia: no es más ciego el que no ve, si no el que no ve al ciego.
En mi caso, a la ciega.

4 comentarios:

admiradora no-secreta y míope perdida tb dijo...

:D
¿Y lo bonita que era esa ilusión...óptica? (¡nunca mejor dicho!)
...seguro que no se hacía la míope para estar más cerca de ti?
¡Yo lo hubiera hecho!

Hector dijo...

No me digas eso, yo que siempre he pensado que si una chica se acerca a menos de tres dedos de mi cara es que ya he ligado, aunque luego no suele pasar nada de nada... será que todas son miopes? Será que las que ven bien se asustan antes de acercarse? Me acaba de entrar una duda existencial.

sísifo dijo...

Igual era coqueta... ya sabéis, los hombres son ligones, ellas coquetas... ¡es el juego!
No le busquemos explicaciones, lo bueno precisamente es que no existen, que los sentimientos están locos y los dos sexos también!! ))

fumanchú dijo...

esta en cuestión era mr. magoo, en serio

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