7/3/13

Easy riders


¿se puede odiar a un niño?
si, desde luego. Yo odio al mocoso que vive en el piso de arriba. Sobre todo desde que va motorizado en su triciclo multicolor y recorre toda la casa sin desfallecer, dándose ánimos constantemente en forma de gritos de apaches rodeando a una caravana de colonos.

Igual, con tanta afición, el tiempo lo convierte en un ciclista profesional y lo veamos subiendo el Tourmalet, el Alpe d'Huez, el Galibier... siempre al ritmo de su agudo aullido rompe tímpanos.

Creo que les voy a comentar la idea a sus padres, para que empiecen a pensar en las posibilidades de futuro que tiene ese triciclo para su hijo, y de paso para que se lo lleven a esos lugares y lo dejen allí un tiempo largo y que practique.

¿se puede odiar a un niño? si, desde luego, pero si está lejos, un poco menos.

5 comentarios:

Hector dijo...

Si, claro que se puede, pero no puedo odiar al niño que has dibujado... la mirada de semidesprecio que recibe por parte de la niña hace que me solidarice con él... que tendrán esas miradas de las mujeres que te pueden hacen sentir como un superheroe o infinitamente miserable... reflexiones sobre un dibujo infantil ;)

fumanchú dijo...

quien dice odiar a un niño dice odiar a una niña, que en tema odios tengo para todos.

Chiflis dijo...

Pero qué encanto de ñiño..!!!

A mí ya se me habría caído la chupa de cuero al suelo y me habría deshojado el corazón!

:D

fumanchú dijo...

vigila, que a los niños los carga el diablo!

sísifo dijo...

Yo creo que es a los padres a quienes deberías odiar... el pobre niño sólo está ensayando para vivir la vida... el resto son los que deberían decirle dónde practicar y dónde no!!!
En cuanto los tuyos, ¡los dos son adorables!! :)

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