Conscientes de ello se refugiaron en los cuarteles de invierno para no abandonarlos nunca más.
Allí rememorarían sus gestas ante otros cosacos compañeros que también juraron no abandonar su cuartel, ni siquiera para visitar el de otro cosaco amigo...
porque quien dice nunca más dice... alguna vez, dice...
por muy cosaco que seas.
5 comentarios:
¡¡dios!!, ¡¡qué acojone cruzarte con cualquiera de ellos y sus bigotazos en mitad de la noche rusa!! jajajaj!!
:D
buena gente, pese a sus bigotes esteparios como los polvorones, buena gente!
"...su olor era una mezcla de pólvora, sudor y aguardiente, pero no resultaba desagradable..." LOS COSACOS (León Tolstoi)
A mi no gustar tios con bigoterr, gustar mucho más LAS COSACAS.
Como dicerr acojonadisky: "ser acojonante cruzarte con ellas y sus grandes cosacas en mitad de la rusa nocher"
tú tienes que ir a grecia, errik, a ponerte burro con las estalactitas de iougurt que les quedan tras el postre!
ahí, jim, ahí!
tú siempre has sido bastante mucho cosaco.
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